
Torturas, secuestros, humillaciones y asesinatos; todo vale para exterminar a la comunidad homosexual en Chechenia
Una vez más el ser humano muestra lo peor de sí mismo, nos referimos a las denuncias que ha sacado a la luz el diario ruso Nóvaya Gazeta, donde se denuncia que en el sur de la Federación rusa se han abierto en antiguas instalaciones militares que se encuentran «oficialmente en desuso»; en improvisados campos de concentración para la retención, la torturas e incluso exterminio de la comunidad homosexual.
Mientras tanto diversos países de la Unión Europea han puesto el grito en el cielo, y han exigido una investigación exhaustiva sobre el asunto.
Kadyrov: «No se pueden detener a personas que no existen»
Mientras tanto el presidente de la República de Chechenia Ramzán Kadýrov ha negado todas las acusaciones que se le hacen: «No se pueden detener a personas que no existen, en Chechenia no hay homosexuales»; si ya bien la propia respuesta puede llegar a dar escalofríos y se puede ver el grado de homofobia que tiene este dirigente, la realidad puede llegar asombrar muchísimo más: según este diario ruso se realizan detenciones de forma arbitrarias de cualquier sospechoso que pueda dar señales de ser homosexual, estas detenciones que se hacen se realizan en hombres con rango de edad de 18 y 50 años; con ello se pretende «limpiar» las calles de Chechenia de homosexuales.
En las últimas semanas han desaparecido más de 100 personas, tres de ellas han podido ser asesinadas por su condición sexual, y es que como ya lo hemos ido denunciando en artículos anteriores, pertenecer a la comunidad LGTB en Rusia sigue siendo hoy en día un estigma social y un tabú que es muy mal visto en la República rusa; en la que te pueden agredir en cualquier calle si no eres heterosexual ante la impasividad de todos o en donde los propios familiares de las víctimas los pueden llegar a denunciar ante las autoridades, si este es homosexual.
«Nos torturaban, nos humillaban, nos pegaban con palos para que revelar nuestros contactos» así lo relataban y lo comunicaban a los periodistas de este diario las víctimas que han escapado de estas instalaciones. Diversos dirigentes europeos como los de Reino Unido, Francia y Alemania han condenado este tipo de actos, otros tantos paises, entre los que se encuentra España aún no se han pronunciado.